La falta de agua en periodo de crecimiento es nefasta para la producción de plátanos. Es muy importante por tanto asegurar un riego frecuente. La frecuencia de riego dependerá de la evapotranspiración, la capacidad de retención de agua del suelo y la profundidad del enraizamiento. Puede variar de tres días en condiciones de alta evaporación con suelos ligeros a 15 días en condiciones de baja evaporación.