Las plantas de fibra se han utilizado durante miles de años para la industria textil: telas, ropa, cuerdas, sábanas, papel, tejidos… Se recupera la fibra de las frutas, los tallos y las hojas para explotarla. Normalmente, las fibras se cosechan tras una única temporada de crecimiento.
Los cultivos forrajeros, ya estén compuestos solo de hojas o por la planta completa, permiten alimentar a muchos animales, como ganado vacuno, cabras, cerdos, patos, gansos, conejos…
Hay una gran variedad de especies, siendo las más conocidas el algodón, el lino o el cáñamo. El algodón es también la fibra más explotada en Europa y en todo el mundo junto con el yute, fibra vegetal cultivada en la India y en la región de Bengala.