La agricultura hortícola es el principal motor del mercado de las verduras y hortalizas ecológicas. Los agricultores suministran sus productos en canal corto, directamente a la cesta o a los mercados.
Sin embargo, la mayoría venden sus productos en canal largo, es decir, sus a supermercados, centrales de compra y la industria alimentaria. A diferencia del cultivo de plantas alimenticias en un huerto, destinado al autoconsumo, el cultivo hortícola tiene un propósito de venta. Además, cada zona presenta unas condiciones mejores que otras para determinados cultivos. Así, algunos cultivos hortícolas se asocian con ciertos lugares e incluso benefician a veces de denominaciones de origen, como el melón del Pays de Cavaillon, el tomate Marmande o el lirio del valle de Nantes.